Monthly Archives: marzo 2019

¿Qué lees?

¡Ey! ¡Hola! ¡Sí, tú! ¡La persona que está leyendo esto! Como lector, estás procesando las palabras que hay aquí escritas, pero, ¿te has parado a pensar que es exactamente lo que lees? ¿Es esto un relato, una novela, un cuento o qué es? Con eso en mente, hay muchos lectores en el mundo pero, ¿cuántos sabemos realmente distinguir entre los diferentes géneros literarios modernos? ¿Y cuantos somos capaces de entender que dentro de un género, como el de la crónica, “exista un animal cuyo equilibrio biológico depende de no ser como los siete animales distintos que podría ser”, como bien explica Juan Villoro. Según la RAE (Real Academia Española), una crónica es una “narración histórica en que se sigue el orden consecutivo de los acontecimientos”. También tiene la descripción de “un artículo periodístico o información radiofónica o televisiva sobre temas de actualidad”.

Después de leer la crónica de Gabriel García Márquez, Relato de un náufrago (historia apasionante y que te recomiendo si no has tenido la oportunidad de leer), entiendo que una crónica está compuesta de varios subgéneros que no pueden utilizarse hasta el extremo de que la crónica deje de ser una crónica. García Márquez utiliza un método también más bien periodístico dentro de su relato. Se podría decir que es lo más parecido a una entrevista. Él escuchó atentamente el testimonio del único sobreviviente del destructor Caldas, Luis Alejandro Velasco y luego consiguió transformarlo en una historia que causó un revuelo político importante.

El aspecto más importante de esta crónica es la forma en la que todos dependemos del único sobreviviente y por tanto, testigo de esta narración. Los testimonios y las voces de los testigos llevan a la subjetividad, parte también importante de una crónica según Villoro . ¿Cuánto de lo que nos está contando esta persona realmente pasó? ¿Hasta qué punto nos limita la subjetividad del testimonio? En el caso de Velasco, debemos entender que el fue el único superviviente y por tanto, si aceptamos su versión, sabemos que no existe ninguna otra forma de saber que fue realmente lo que sucedió. Es una sensación rara, porque es especial que podamos tener al menos la historia de un superviviente pero a la vez puede provocar desconfianza ya que no hay forma alternativa de comprobar que Velasco nos está contando la verdad. Llegados a este momento, el lector tiene que decidir qué versión creer y aceptar la crónica con todas sus virtudes y defectos.

¡Somos tu hogar!

Queridos alumnos, bienvenidos a mi blog semanal, “¿Qué hay de nuevo SBU?”. Mi nombre es Ana Carrión y como muchos sabréis trabajo en la Oficina de comunicaciones de Stony Brook. Esta semana mi enfoque va dirigido a una campaña que estamos creando dentro y fuera de la universidad para mejorar su imagen. Ya sé, ¡qué ilusión!

Antes de todo, para poder empezar a explicar mis ideas, voy a hacer un pequeño “breakdown” de lo que actualmente tiene Stony Brook y en qué áreas puede llegar a flaquear. Para poder realizar esta estrategia digital efectiva, voy a realizar un análisis previo que puede resumirse con el acrónimo DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades). Esto os ayudará a entender mi plan para los próximos meses en nuestra universidad. 

Es crucial ser muy crítico y honesto a la hora de analizar; Stony Brook es una universidad con un porcentaje altísimo de “commuters” (como podemos ver en la imagen de abajo) que puede afectar a la vida más social e interactiva de la universidad. Esto se puede ver como una amenaza ya que hay que conseguir que la gente quiera y tenga interés por quedarse y pasar más tiempo con su comunidad. A pesar de esto, una de nuestras fortalezas es que tenemos una comunidad muy entregada y activa que es muy receptiva a cambios y sugerencias. También tenemos a unos estudiantes muy competitivos y con ganas de comerse el mundo. Debemos mostrar este lado y fomentar todo lo bueno que tiene nuestro campus. Además, tenemos muchas oportunidades y muchos lugares dentro de la universidad que se pueden canalizar para ofrecer a los estudiantes una experiencia aún más interactiva y positiva. Después de repasar todos estos datos, estas son las iniciativas que nos pueden ayudar a mejorar nuestra imagen!

 

En principio, utilizaré redes muy populares entre nuestros estudiantes como Instagram y Snapchat para informar de eventos que hay programados para esa semana en la universidad; informándoles desde perfiles pertenecientes a la universidad. Por ejemplo, cada cafetería tendrá su propia cuenta y ahí irá informando de nuevas comidas y eventos. Pediré ayuda a los equipos deportivos de la universidad para que promuevan su deporte no solo a nuestros estudiantes pero al resto de Long Island y el mundo. Utilizaré pancartas, anuncios en las redes sociales y pediré a radios  televisiones locales y periódicos ayuda para destacar nuestros logros. Dentro de la universidad, utilizaré sitios muy populares para destacar todo lo bueno de nuestra universidad. Localizaciones como Starbucks y la librería tendrán posters e información cada día informando de cosas positivas que están sucediendo en Stony Brook y oportunidades que se aproximan. Otra idea es conseguir más televisores en todas partes de la universidad que anuncien proyectos, oportunidades y enseñen todo lo que Stony Brook ha conseguido y aún está por conseguir. Por último, escogeré a un panel de estudiantes que serán los “embajadores” en las redes sociales. Estos estarán encargados de promover Stony Brook a nivel local, nacional e internacional ofreciendo información, live chats para preguntas y eventos a los que podemos asistir cualquiera!

 

¡Se esperan unos meses intensos para todos nosotros! ¡Estad atentos estudiantes de Stony Brook, vais a flipar!