¿Estamos destruyendo nuestros oídos?

Las formas en que la gente escucha música se ha transformado mucho en el siglo pasado. Pasamos de tocar discos en gramófonos a principios del siglo XX a poder descargar instantáneamente miles de canciones en un teléfono celular. El mundo está ahora en manos de la gente y se necesita mucho menos tiempo para obtener la música deseada. Con los avances tecnológicos, las generaciones más jóvenes se inclinan más a recurrir a los auriculares como medio de escuchar música, así como usar Bluetooth para obtener la mejor música sin importar dónde uno se encuentran. A pesar de todas estas creaciones tecnológicas innovadoras, creo que estamos dañando nuestro oídos por tener auriculares que emiten música a volúmenes casi ensordecedores tan cerca de nuestros tímpanos.

Entrevisté diez estudiantes de Stony Brook entre 18 y 22 años y les pregunté sobre el volumen en el que escuchan su música, y los resultados fueron asombrosos. Cuando se le preguntó en una escala de uno a diez (diez siendo el más fuerte) de lo ruidoso que escuchan su música, siete de ellos dijeron que escucharon su música a un “8” y el otro 3 dijeron a un “6”, ya que todos dijeron que disfrutan cuando sienten los bajos en canciones a volúmenes altos. En particular, uno de los entrevistados comentó que ya experimenta la pérdida de audición y debido a esto, no puede disfrutar adecuadamente de la música a menos que le ponga en volumen muy alto. Aunque escuchar canciones en el coche o a través de los auriculares puede traer la satisfacción a los oyentes en ese momento, la música escuchada a decibelios ruidosos puede causar más daño que bueno durante toda la vida.

Según a la Organización Mundial de la Salud, los “hábitos musicales de millenials ponen en riesgo su audición.” Hay más de 400 millones personas que experimentan problemas de audición como resultado de los auriculares de alta tecnología y música ruidosa, que ha aumentado en la última década. Los Estados Unidos no han intentado establecer reglamentos sobre el límite al que se permite a las personas escuchar su música, mientras que muchos otros países de Europa hacen muchos esfuerzos para minimizar la pérdida auditiva de los usuarios de auriculares. Por ejemplo, muchos países europeos, por ley, hacen cumplir que los dispositivos electrónicos no pueden reproducir música más alto que 100 decibelios y los gobiernos están investigando lugares públicos para que puedan ver si es necesario para poner restricciones de volumen. La OMS quiere tratar de promover bienestar, sanidad electrónica y conciencia plena de los riesgos asociados con el uso de los iPhones y Androids entre todas las edades. Sin embargo, siente que es crítico especialmente para los individuos de la generación milenial.

A pesar de esfuerzos por la OMS y compañías de teléfonos y música para avisar a las personas de las consecuencias de escuchar música tan ruidosa, la gente joven, yo incluida, todavía sigue jugando música en decibelios más altos que el cuerpo humano puede manejar a veces. ¿Se resolverá este problema? ¿O continuará empeorar progresivamente a medida que se crea más tecnología? Esperemos que, con más conciencia y promoción entre las redes sociales que utilizan los jóvenes, entenderán que es crucial mantenerse saludable.

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