Es interesante ver cómo los cronistas son capaces de crear historias que incorporan ilusión y metáforas, así como aspectos de historias que no son ficticias. Las historias y los eventos, ya sean reportados por reporteros de noticias, cineastas o escritores, pueden cambiar y pueden tener una importancia diferente basada en diferentes testimonios provenientes de múltiples testigos. Según a Juan Villoro, “la crónica se arriesga a ocupar una frontera, un interregno: ‘los testigos no son ni los muertos ni los supervivientes, ni los hundidos ni los salvados, sino lo que queda entre ellos’…” Esto significa que la historia concreta de lo que realmente sucedió sigue siendo incontada por las personas, como realmente, se deja a la interpretación de los lectores para determinar lo que creen que es la verdad de una historia o un evento.
En “Crónica de una muerte anunciada”, hay una investigación por parte del narrador externo sobre por qué todas estas personas en la ciudad saben las intenciones de los gemelos Vicario y no advirtiera a Santiago Nasar de su posible perdición. Lo que parece una investigación del narrador sobre el asesinato de Nasar resulta en un efecto profundamente a la comunidad circundante, y dice, “Doce días después del crimen, el instructor del sumario se encontró con un pueblo en carne viva…” Esta obra bien escrita por Gabriel García Marquez se basa en una investigación criminal simultánea y enfoque periodístico en el recuento de la manera en que Santiago Nasar fue asesinado y los acontecimientos que conducen al crimen. Sin embargo, hay también un enfoque narrativo en la descripción en la que las personas que viven en la misma ciudad que el victíma se vieron afectadas por este crimen. Fue extraño, horible, y repentino, y los demás que sabían el crimen no dijeron nada. La herida bruta es una metáfora que se utiliza para mostrar cómo ahora, la atmósfera de la ciudad ha cambiado para siempre y el crimen y la boda será recordado para siempre. Ahora, es cuestionable si las personas involucradas serán capaces de recuperarse de estos eventos. Esta crónica depende de las acciones del narrador para determinar la verdad del asesinato, por lo que es difícil decir por qué la gente no dijo nada pronto y por qué se hicieron suposiciones con respecto a la inocencia de Nasar y el estatus de la virginidad y el honor de Angela. Por eso, no necesariamente tendríamos suficientes perspectivas para encontrar la verdad.
Lectores, espero que con después de aprender acerca de lo que establece las crónicas aparte de otras obras literarias, se tomeís sobre sí mismos para leer más crónicas como la de Marquez con el fin de buscar la verdad real o llegar a un acuerdo con sus propias verdades.
Enlaces:
Juan Villoro- “La crónica, ornitorrinco de la prosa”
Gabriel García Marquez- Crónica de una Muerte Anunciada– página 41