El estadio San Siro de Milán es un catedral del futbol. Millones de personas viajan al estadio para ver los partidos de dos sociedades muy importantes del futbol europeo: A.C Milan y F.C Internazionale
Desafortunadamente, un estadio que lleva mucha historia, muchas triunfas y muchas buenas memorias, el noche de 26 Diciembre, 2019 no fue uno para recordar.
El racismo en el futbol italiano es un sujeto muy polémico y cargada de tensión. En aquella noche, muchas cantas racistas, (mas específicamente, gritas racistas) ocurrieron en la dirección del jugador senegalés Kalidou Koulibaly. El equipo de Napoli pidió muchas veces en favor de suspender el partido, pero el arbitraje no lo hizo. El Inter ganó uno a cero.
Pero la cosa mas desalentada de este episodio malo y repugnante fue la respuesta de la crisis. Las hinchas del Inter fueron sancionadas per varios partidos. Inter, la sociedad pidió disculpa a Koulibaly, y comenzó una campana antirracista dirigido al publico italiano.
La Curva Nord, un grupo de hinchas extremas (la mayoría, extrema derecha políticamente), refutó este mensaje. En vez, decían que sus canciones y gritos no fueron racistas, pero cosas simplemente hechas para distraer a sus adversarios.
No fui al estadio aquella noche, porque estaba con mi familia festejando la navidad.
Muchos días antes fui a ‘lo stadio’ a ver los partidos del Inter. Con amigos, disfrutando.
Pero después de ver y un episodio así terrible, volver al estadio de nuevo tomaba un sentido diferente.
La próxima vez, por el partido de Inter contra Bolonga, La Curva Nord hizo su vuelto al estadio, después de su castigo.
Escuchaba canciones contra la autoridad italiana, y contra su propia sociedad. contra el equipo de Napoli, no había ninguna señal de remordimiento.
Y increíblemente, a un cierto punto sentía algún ruido, el infamoso ´úlulati´ o el sonido que se hace para imitar el sonido de un mono.
Estaba dirigida a otro jugador senegalés, Ibrahim Mbaye. Un exjugador del Inter.
El club fue sancionado, de nuevo. El ciclo comenzó, de nuevo.
Ver y escuchar estas canciones asquerosas, en vivo, de nuevo me señaló la gravedad del racismo del futbol italiano. Me afectó personalmente en varias manieras. Personalmente no tenía ningún capaz de gritar un gol del Inter, o festejar por el equipo con la presencia de estos hinchas obviamente racistas.
Y al mismo tiempo, me siento muy triste. ¿Como no se puede parar este problema? ¿Es la cultura, o la autoridad deportiva? ¿Es la ignorancia?
Todavía sigo el deporte. Y conozco a los italianos que absolutamente comprenden la gravedad de esta situación.
No debemos decir que los ultras son personas estúpidas que representa la periferia de la sociedad. Que es simplemente una tontería. Debemos combatir contra el racismo, todos juntos. Por eso, digo por siempre…
Tutti siamo Koulibaly