Apenas mi iba bajando del avión, siento el calor del salor en mi cara. Llegue a la patria de mis padres, solo pensando en las aventuras que íbamos a tener con mi familia.
Lo siguiente es un anécdota de mi vida, sigue; me tocan el hombro y me halan al lado de la cabina, la aeromoza me dice, “chico quítate esa gorra y tenis Nike, que aquí te secuestran por andar así!”, me quedé pensando, pero porque? Si mi familia es de El Salvador, hablo perfectamente el español, soy uno de ellos, me siento hijo de la patria, pero porque el contraste.
Advertencias hubieron, “seas más humilde, aquí te huelen lo extranjero”, me dijo mi Abuela. Pero yo era un chico, con carácter de fuerte, sin miedo a lo que me fuera ocurrir. La vida te da sorpresas. Y ese fue mi dia.
Al estar en la sala de espera del aeropuerto, veo alguna gente susurrar entre ellos y apuntar me a mi. Escuche por las gradas, “agarrenlo que ahí está la plata!”. Se puso seria la cosa–Yo sentía mi corazón palpitar más rápido, me sudaban las manos. ?Qué hacer? ?Salir corriendo del aeropuerto y gritar ayuda? Que mente tan cunica.
Es obvio ver que en el país de mi padres la pobreza abunda y para ganarse el pan de cada día hay formas lícitas e ilícitas. El muchedumbre de gente en aeropuerto son presas fáciles para estos rufianes. Parafraseando, Marcos Avilés, “No es solo la violencia, es el sistema donde vivimos, el sistema enfermo. Lo la gente”. Me puse a pensar porque hay tanta desigualdad en país, los ricos se hacen más ricos y los pobres haciendo lo que sea por sobrevivir. El sistema ya está abatido de tanta pobreza.
No se decir si algo cambiara la situation en el país. Hay un nuevo Presidente, con dinero y poderío estatal, que tiene una oportunidad para influenciar el país e introducir una mejor ideología. Espero regresar al país, espero que haya cambiado , que no haya tanto acoso hacia los extranjeros, que haya más empleos y dinero para toda la comunidad. El único dilema hasta cuando esperaré.