Venir a los Estados Unidos de América no es fácil. Es una experiencia que solo extranjeros pueden tener. Lo de la visa y los papeles es una de las partes más complicadas. Sin embargo, puede que el encajar en el océano social de este país sea lo más difícil.
Primero que nada, los latinos no son necesariamente bienvenidos a este país. Ser tolerados es algo completamente diferente. La sociedad estadounidense está, en parte, en una situación en la cual hay mucho debate y discusión acerca de la migración. Más que nada, es el llegar a ser una persona integrada a este país lo que la mayoría de latinos quieren. Cuando llegué fue complicado sentirme en casa. No era solo la barrera que el idioma creó, sino más bien las miradas y reseñas que los americanos daban. No cambió nada durante los años. Yo cambié, aprendí el idioma, me americanizé, pero America no cambió. En el año 2017 me matriculé como “probie” en el departamento de bomberos de Franklin Square. Ni bien puse pie en ese lugar, fue muy claro very que era un establecimiento dominado por americanos. Yo era el más oscuro en el lugar, siendo un latino con piel blanca. Pocos me aceptaron, pero otros no bajan las narices para verme a los ojos. Solo bajan la mirada para resondrarme y decirme que estaba haciendo algo mal. Paso un mes, dos meses, tres meses, pero nada cambió. Al fin, decidí salir de ese lugar.
Lo que duele no es ser tratado así, pero saber de que eso te cambia poco a poco como persona. Empiezas a cubrirte en un caparazón, y tu también no bajas la nariz. De esta manera dejas de ver a la gente ojo a ojo. Por un tiempo yo deje de ser “yo”. Me dejé llevar por los sentimientos de rencor que crecían dentro de mi. Estos sentimientos permanecieron por un tiempo. No fue hasta conocer a un grupo de gente en la universidad que empecé a aceptar como son las cosas. No todos los americanos son iguales. Hay muchos que tiene amor y compasión por los extranjeros como yo. Me alimentaron en sus hogares, me aceptaron como uno de ellos. Me hicieron sentir como que pertenecía con ellos. No podemos dejar que nuestras malas experiencias nos cambien.
Ahora que reflejo en lo que pasó, por supuesto que era difícil sentirme en casa. Mi corazón está con Perú. Pero mi futuro está aca, en los Estados Unidos.
Marzo 11, 2020 at 8:29 pm
Bueno Hermano,
Disculpa la gente ignorante, ellos no saben como los cuestas acoplarlos al sistema. Pero tu sigue adelante y sobresale de la muchedumbre de mente simple.
Abril 16, 2020 at 8:25 pm
gracias hermano, muchos saludos de un Peruano orgulloso en Nueva York!