Lunes, seis de abril

Bueno, acabo de terminar de traer todas mis cosas del cuarto en el que vivía en Port Jefferson, NY. Creo que para empezar, la mudanza fue la parte más complicada, ya que ahora tengo que volver a casa, cambiar mi horario y lamentablemente tengo que seguir pagando por el cuarto que renté en Port Jefferson hasta el final de mayo de este año. Esta crisis es en realidad algo que nadie pudo haber prevenido. La situación en la que los estudiantes se encuentran en estos moments está sin duda causando mucho estrés en el cuerpo estudiantil. No es claro en este momento cómo afectará esto las notas de los estudiantes.

Finalizando la mudanza

Martes, siete de abril

Creo que hablo por todos cuando digo que la parte más complicada de todo esto es tener que estar encerrado en casa sin poder salir. Al inicio, creí que esta situación seria una ventaja para los estudiantes, que ahora puede estar en la comodidad de casa, sin tener que preocuparse en ir a la escuela. Es muy aparente ahora que yo estaba equivocado, en realidad da mucha flojera despertarse a hora y seguir un horario que va concorde con el horario de clase que tenemos que mantener. Al mismo tiempo, es muy fácil distraerse ya que estamos en un lugar cómodo para nosotros. Me encontré tomando doble dosis de café a lo normal simplemente para tener la energía necesaria para poder cumplir con mis tareas.

Miércoles, ocho de abril

La cuarentena quedará en efecto hasta por lo menos el fin de este mes. He jugado cada juego de mesa que tenemos en casa por lo menos dies veces. Hemos hecho ejercicios, hablado, cocinado y hecho casi cualquier actividad que esta a nuestro alcance. Claro que a cualquiera le encantaría poder salir a la calle y hacer lo que normalmente hacían después de cumplir con las responsabilidades diarias. Creo que un aspecto positivo de esta cuarentena, y de esos nos faltan mucho, es que he pasado estas últimas tres semanas viendo a todos los miembros de mi familia. No me puedo acordad de la última vez que vi a todos juntos comiendo desayuno, almuerzo y cena. Es en realidad algo refrescante, y casi me olvidé cuanto me hacían reír y sonreír. Si hay algo bueno que salió de todo esto, es que me hizo acordad cuanto en realidad amo a mi familia. Hoy, para mostrarles cuanto los aprecio, les cociné almuerzo.

Jueves, nueve de abril

Escribo esto tomando la tercera taza de café. Se me acabó la leche de almendra, que tragedia, ¿verdad?. Tengo un examen de Japonés, de Español y una prueba de biología que terminar esta semana. La pandemia cambió completamente el horario de clases que tenía planeado para el verano y para el próximo semestre. Fue en realidad un día de mucho estrés, ya que no pude meterme en ciertas clases que son requeridas para los laboratorios de biología que tengo que tomar en Fall para poder graduarme. Es importante mencionar que el estar en casa me ha ayudado bastante a controlar el estrés y la mala gana. Comencé a tocar la guitarra otra vez, y estoy pasando tiempo con mis queridos dragones barbudos, quienes saben que su padre es un chico muy ocupado. He vuelto ha re-descubrir pasatiempos que he tenido por años y que quedaron olvidados después de la vida universitaria. Hay que encontrar la paz interna, en este caos externo.