La tecnología ha sido parte de toda nuestra historia desde el principio de la creación. Pero a diferencia de cualquier otro tiempo, hoy en día la tecnología está avanzando tan rápido que es difícil seguirla. Sus avances han sido tan rápido que la población tiene que actualizarse constantemente. Esta tecnología la podemos ver en todo lo que hacemos cada día. Existen máquinas que facilitan las actividades diarias, pero hemos llegado a un punto donde estamos tan involucrados con estas máquinas que no sabemos sobrevivir sin ellas. Según testimonios, de compañeros de la clase SPN 399 en Stony Brook, ya hasta estamos actuando como tales, y al asemejarnos a sus funciones permitimos que estas nos controlen a nosotros.
A diferencia de las máquinas, los humanos tenemos la capacidad de adaptarnos a nuestro medio ambiente, de aprender de nuestras experiencias y formular ideas abstractas. Pero por comodidad y mayor eficacia, preferimos reemplazar humanos con máquinas, tal como lo hizo la compañía “McDonald’s”, los puntos de peajes en muchos estados y hasta en hospitales donde las cirugías son llevadas a cabo por máquinas.
En periódicos como ‘El país’ https://elpais.com/elpais/2017/11/08/ciencia/1510138106_716384.html ya se plantea el problema. Expertos nos dicen que “Las personas seguiremos al cargo de todas las actividades que involucren comunicación, empatía, creatividad y adaptación. Por eso siempre habrá doctores aunque la IA sea capaz en el futuro de realizar mejores diagnósticos y recomendaciones de tratamiento”. El autor de estas palabras, ingeniero en computación François Chollet, también piensa que las máquinas harán el trabajo y el doctor será la interfaz humana entre los resultados computacionales y el paciente. Esto podría traernos ventajas pero a su vez desempleo y otros problemas en la sociedad.
Como todo cambio, las máquinas traerá consigo ventajas y desventajas. Al final no sabemos qué nos traerá el futuro, pero de seguro vendrá con instrucciones virtuales.