Para mi proyecto final, elijo estudiar el tema de la maternidad y el papel de la mujer en el hogar durante el siglo XIX en España. Mi tesis es que las mujeres generalmente fueron obligadas a ser madres y esposas y nada más.

Mi primera prueba es del texto, Sujeto nómades,  de la autora Rosi Braidotti, que es una filosofía y teórica feminista del siglo XX. Las dos citas son “La familia es, pues, la unidad de poder que sella la riqueza de los hombres y los estados de la heterosexualidad como la economía política domina para ambos sexos. Como tal, la heterosexualidad es la institución que sustenta el sistema de género” (Sujetos nómades, 222) y “Rich presenta un análisis en profundidad de las paradojas de la identidad femenina, especialmente de la maternidad como una experiencia que determina el sentido de identidad sexuada de una mujer, al tiempo que continúa siendo una institución que aplica la ley de los padres”[Rosi Braidotti dice sobre la escritora Adrienne Rich](Sujetos nómades 223). De estas citas se deduce que los roles de la maternidad y el matrimonio se utilizaron para domesticar a las mujeres en beneficio de la sociedad heterosexual y tradicional en España, así como el sistema patriarcal en España. Vemos que la sociedad utiliza la “maternidad” y la “familia” como una forma de atrapar a las mujeres en el papel tradicional que la sociedad quería para ellas. El papel de la maternidad y la idea de las familias tradicionales ayudan al sistema patriarcal; lo que significaba que las mujeres se quedaban en casa y no tenían una verdadera voz fuera de la casa. Esto también significaba que las mujeres debían ser heterosexuales, dos mujeres no podían estar casadas y tener hijos juntas, no era socialmente aceptable. En general, no había lugar para las mujeres fuera del papel del matrimonio heterosexual y la maternidad durante el siglo XIX.

Mi siguiente evidencia proviene de la idea del ángel del hogar, un término bien descrito por la autora Emilia Pardo Bazán, que fue una novelista, periodista, crítica literaria, poeta, traductora, editora y profesora española. Ella es bien conocida por sus innovadoras ideas feministas en su literatura durante el siglo XIX. Es un término que significa la mujer perfecta de la casa. También fue el papel que los hombres y la sociedad en España querían para las mujeres; la sociedad española quería que las mujeres fueran esposas y madres, lo que significa que las mujeres se quedan en sus hogares. Emilia Pardo Bazán crítica enormemente esta idea y su rol para las mujeres. Ella creía que la sociedad española imponía grandemente el papel del ángel del hogar sobre las mujeres españolas. Ella pensaba que este era un estereotipo muy sexista y que la sociedad no quería que las mujeres fueran académicas, escritores o trabajadoras; la sociedad no quería que las mujeres pensaran o hicieran nada que fuera más allá de sus deberes maternales. Bazán se enfrentó a este estereotipo como escritora. También vio esto como una forma de aislar a las mujeres de la sociedad española, ya que las mujeres no podían hacer comentarios fuera de sus hogares. Lo que significaba que no tenían voz en el gobierno, la educación o la sociedad misma. De nuevo, en general, esto significaba que la sociedad española obligaba a las mujeres, a las madres y al ángel del hogar.

Mi tercera evidencia proviene de dos citas del texto, Segundo Sexo, de Simone de Beauvoir, una escritora francesa, intelectual, filósofa existencialista, activista política, feminista y teoría social del siglo XX. “Uno no nace una mujer; se hace” (El segundo sexo); aquí explica que las cosas están relacionadas con la condición de la mujer (como la maternidad y el matrimonio) que se imponen a las mujeres. En Segundo Sexo, ella discute más sobre cómo las mujeres son vistas menos que los hombres en la sociedad y son como muñecas, un accesorio para hombres/esposos. “The lie to which the adolescent girl is condemned is that she must pretend to be an object, and a fascinating one, when she senses herself as an uncertain, dissociated being, well aware of her blemishes” (El Segundo Sexo); aquí está hablando de cómo la sociedad alienta a los niños pequeños a actuar como hombres, mientras que a las niñas se les enseña a través de sus muñecas a limpiar el hogar y cuidar a sus hijos mientras esperan que su esposo regrese a casa. Las niñas aprenden el papel que se espera de ellas cuando se convierten en madres. Lo que significa que la maternidad y el matrimonio son forzados incluso en las niñas.

Y mi evidencia final proviene del texto, La Repuesta, escrito por una feminista española del siglo XVII, Sor Juana. Aunque la mujer Sor Juana no es del siglo XIX / XX, es una figura muy importante para el feminismo en España y sus ideas aún eran un elemento permanente en el siglo XIX. Ella explica bien en su libro, La respuesta, cómo las mujeres españolas solo tienen tres opciones en sus vidas. La primera opción es ser madres y esposas, que es el papel más aceptable para las mujeres. La segunda opción es ser una monja, que era un papel honorable y aún significaba que la mujer se casó con un hombre, solo que este hombre era Dios mismo. La tercera opción es ser una mujer pública, lo que significa una mujer sin honor. Estas opciones son muy importantes porque significaba que la sociedad de España realmente no tenía un lugar para las mujeres fuera del matrimonio. Si una mujer quiere aprender, trabajar, vender su cuerpo o hacer algo para no servir a un hombre (a través del matrimonio), se la consideraba sin honor y de poca importancia para la sociedad.

Así que a través de los textos, ideas y citas de Rosi Braidotti, Emilia Pardo Bazán, Simone de Beauvoir y Sor Juana, presenté mi tesis. Estas mujeres ayudaron a mi argumento de que las mujeres españolas en el siglo XIX estaban obligadas a ser madres y esposas. Y estas obligaciones beneficiaron a la sociedad y los hombres.