Optimismo y neutralidad en “De la guerra” (1914)

 

La prensa internacional reaccionó de manera previsiblemente inmediata al estallido de la primera guerra mundial. Prensa en diversas lenguas y de variada procedencia doctrinal o corte ideológico. Entre los diarios anarquistas ibéricos, la edición de Tierra y Libertad (Barcelona), correspondiente al 19 de agosto de 1914, empezó con uno de los numerosos y recurrentes artículos firmados por el escritor y militante navarro M.Costa Iscar. El título del artículo en cuestión es “De la guerra”. Se trata de un texto sumamente crítico, incluso condenatorio (y por momentos, satírico), de la realidad europea en el contexto de la guerra, refiriéndose, por ejemplo, al “canibalismo de las naciones” que compiten violentamente por conseguir la “supremacía de la riqueza” material; y además, señalando el contraste entre los valores a los que los miembros de las instituciones hegemónicas se suscriben superficialmente y la suya disposición a participar de la difusión a gran escala de la muerte. “La regresión es fatal”, escribe M.Costa-Iscar, utilizando el lenguaje del pensamiento positivista, el cuál entiende que la humanidad tiende a evolucionar o progresar y a sufrir regresiones o caer en atavismos. El autor describe la “locura colectiva” (diagnóstico médico a gran escala) de la guerra como un “paréntesis” en la historia de una sociedad que, con la revolución industrial, había logrado serios avances (sin precedentes) en las disciplinas de “la poesía, el arte y la ciencia”. En el discurso de clausura del festival “Construire la paix”, celebrado en Geneva en 2015, la historiadora Margaret MacMillan afirmó que las relaciones diplomáticas y comerciales entre Inglaterra, Alemania y el resto de europa eran lo suficientemente estables y prometedoras para que la idea de una guerra haya sido considerada irracional. Según MacMillan, el progreso en las principales ciudades de europa era visible y el siglo xx se perfilaba como el periodo más próspero de la historia de la región. Es por eso que el estallido de la guerra fue un evento inesperado, y ella sugiere que fue el producto de una serie de eventos que de manera improbable sucedieron en el orden menos favorable para la preservación de la paz, como una “tormenta perfecta”. El optimismo europeo de principios de siglo que MacMillan describe está presente en el texto de M.Costa-Iscar, en el fragmento donde sugiere que “el progreso podía satisfacer, aliado al cultivo de la naturaleza, todas las necesidades de nuestra actualidad”. De hecho, el optimismo del autor va ligado a la esperanza de que España se mantenga neutral. Aunque con un fin propagandístico, “De la guerra” aparece como uno de los textos anarquistas más elogiosos del territorio español, celebrando lo que España era actualmente, y no a lo que podría ser en el futuro: “lo que aquí es animación y vida, allá (del otro lado de los Pirineos) es desolación y muerte”.

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