Los esfuerzos de Concepción Arenal tuvieron gran impacto, pero ella no luchó sola.
María del Pilar Sinués, una novelista de la misma época que Concepción Arenal, describió muchas de las condiciones restrictivas de la sociedad española en el siglo XIX. En su obra El ángel del hogar, escribe:
“Quiero que [la mujer] sepa zurcir y tejer bien un par de medias, y bordar con gracia una flor, y que no deje de saber esto por aprender el inglés y el alemán. Quiero que escriba para las buenas madres, las buenas esposas, las buenas hijas, que no saben más que amar y rezar, y que eche a borbotones la erudición y la ciencia.” (Sinués de Marco, 1881)
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María del Pilar Sinués
Este pensamiento fue típico en la sociedad de españa en esta época: mujeres sí pudieron recibir una educación, pero solamente en forma de beneficiar a sus responsabilidades domésticas. Obtener una educación avanzada fue además más difícil: “…la mujer siguió recibiendo solamente la educación primaria, no tenía acceso a la secundaria y mucho menos a la universidad” (Belmonte Rives 100). A causa de estas restricciones para las mujeres, Belmonte nos cuenta del desarrollo de un grupo que luchó para asegurar la oportunidad para las mujeres a obtener una educación:
“Surgió entonces un nuevo grupo de minoría intelectual con grandes inquietudes pedagógicas: los krausistas, introducidos en España por Julián Sanz del Río. Éste era un movimiento intelectual, religioso y político que agrupó a la izquierda burguesa liberal y defendió la racionalización de la cultura española. Intentaba crear un estilo de vida que sustituyera los supuestos tradicionales de la religiosidad española por una moral austera, el cultivo de la ciencia y una religión semisecularizada. Con la finalidad de mejorar la educación de la mujer crearon la Escuela de Institutrices en diciembre de 1869 y la Asociación para la Enseñanza de la Mujer en 1870, para contribuir al fomento de la educación e instrucción de la mujer en todas las esferas, ampliando así el abanico profesional y mejoras en las condiciones de la vida social.” (Belmonte Rives 100-101)
Julián Sanz del Río
Alumnas de la Asociación de la Enseñanza de la Mujer
Este movimiento de intentar asegurar los derechos para las mujeres se alinea con los esfuerzos de Concepción Arenal. Como vimos en la página introductoria de este proyecto, Concepción Arenal acabó de publicar su obra La mujer del porvenir durante la época de estos esfuerzos. Los esfuerzos de Concepción Arenal y se coincidieron y promovieron una España mejor para todas.
Además que inspirar a otros movimientos, los esfuerzos de Concepción Arenal han formado las leyes de España y cómo funciona la sociedad. En su publicación académica, Aurélie Vialette nos cuenta que muchas de las ideas de Concepción Arenal inspiraron las leyes: “Many of her ideas for social reforms can be seen in current social law in Spain” (Vialette 448).
Maria José Lacalzada de Mateo analiza que “Busca la reforma social combatiendo los privilegios de clase y lo hace argumentando contundentemente: con su producción teórica y sus obras puestas en marcha” (278). Sus esfuerzos han producido mucho cambio en las leyes de cárceles, las oportunidades de las presas, y acceso a la educación igual para todos.
Es claro que los esfuerzos de Concepción Arenal han tenido gran impacto sobre la sociedad española. Aunque se murió en 1893, dejó un gran impacto en el mundo español. Después de su muerte, formaron grupos femeninas que seguían luchando por el derecho de votar de las mujeres y completar objetivos de educación y derechos de trabajo: “En el año 1918 nacía la Asociación Nacional de Mujeres Españolas, que defendía reformas en el Código Civil, la represión de la prostitución legalizada, la promoción educativa y el derecho de la mujer a ejercer profesiones liberales” (Montagut 2015).
Con movimientos y grupos como ésta, no es sorpresa que seguía desarrollando otros grupos con objetivos similares e transformando mujeres a líderes.
Tres mujeres, incluso Clara Campoamor, fueron elegidas a ser parte de la Corte en la Segunda República aunque tampoco tuvieron el derecho de votar (Montagut 2015).
Aún por todos los esfuerzos de tantas mujeres,
“La situación de la mujer no comenzó a cambiar en España hasta los años sesenta cuando el país sufrió una fuerte transformación socioeconómica y cultural: modernización social, turismo e industrialización. En 1960 se aprueba la Ley de Derechos Políticos Profesionales y Laborales de la Mujer. Los cambios socioeconómicos de la nueva década obligaron a introducir esta reforma para permitir que la mujer se pudiera incorporar a la vida laboral fuera del ámbito doméstico.” (Montagut 2015)
Sin embargo, este tipo de transformación no habría sido posible sin los esfuerzos de Concepción Arenal. Ella trabajó desde niña en servir su país y su género. Nunca paró de ser una fuerza de influencia o pasión. Concepción Arenal empezó una reacción que todavía está completando.
Hoy en día la Constitución Española de 1978 estableció leyes de divorcio y del aborto (Montagut 2015) que ciertamente fue obstáculo en un país tan religioso, pero gracias a los esfuerzos de Concepción Arenal, los cambios siguen realizando.
Mirando hacía el futuro, Eduardo Montagut argumenta que tenemos que terminar el trabajo de Concepción Arenal en finalizar problemas en las áreas de “las diferencias salariales y laborales, la violencia de género, [y] la persistencia de la mentalidad sexista” (2015).
¿Cómo será su movimiento?