El Feminismo de la Diferencia: “Defensa de las Mujeres” por Benito Jerónimo Feijoo

“Defensa de las Mujeres” de Benito Jerónimo Feijoo

“Aun en caso que las almas sean entitativamente desiguales, cómo nos probarán, o nos harán creer, que Di-s escoge las mejores para los hombres, dejando las menos perfectas para las mujeres?” (35)

Benito Jerónimo Feijoo es considerado como el intelectual español más destacado del siglo XVIII. Era un sacerdote Benedictina y un pensador de la época de la Ilustración; a pesar de ser clérigo, no usaba argumentos religiosos para sostener sus opiniones sin más evidencia o razonamiento externo. Sin embargo, sus crecimientos religiosos informaban algunos de sus opiniones sobre el feminismo y la igualdad del hombre y mujer.

Para entender su perspectiva sobre los derechos de la mujer, es importante entender más sobre dos teorías del feminismo: el feminismo de similitud y el feminismo de la diferencia. Aunque los dos enfatizan la importancia de dar más derechos a las mujeres, las dos perspectivas vienen de ideas distintas. El feminismo de similitud viene del concepto de la igualdad entre hombre y mujer, y dice que no hay diferencias significantes entre los dos sexos. El trato inferior de las mujeres no tiene base justificado en las diferencias del cuerpo o del mente, y dice que no se puede justificar la discriminación contra las mujeres por argumentos de estas diferencias.

Por otra parte, existe un concepto del feminismo de la diferencia. Este tipo de feminismo reconoce diferencias fundamentales entre hombre y mujer: no tiene que ignorar las diferencias físicas entre los dos sexos, y puede entender el papel de hombre y mujer sin creer que son exactamente lo mismo. Esta idea no depende en la igualdad de hombre y mujer como la razón para dar derechos a las mujeres; en lugar, los merecen por sus propios méritos, y no porque son similares a los hombres.

Aunque era feminista, no creía que las mujeres merecen derechos y privilegios por su igualdad con los hombres. En realidad, creía que las mujeres son seres distintas, y que es un error decir que un hombre y una mujer pueden ser similares.

En su texto, Feijoo incorpora sus crecimientos religiosos en este argumento, explicando que no hay razón de que el Di-s daría más a los hombres o menos a las mujeres; porque es natural y correcto que hay diferencias entre los sexos, no tiene sentido pensar que el Di-s castigaría a un sexo para sus diferencias, aunque sí existen.

Es posible que sus ideas sobre el feminismo de la diferencia vienen por su comprensión de la Biblia: aunque hay muchas secciones del texto que se pueden interpretar como apoyo para las mujeres, no hay referencias en el texto sobre la igualdad de hombre y mujer. Es lo contrario: las figuras de la Biblia existen en una sociedad muy patriarcal, y el trato de hombre y mujer no es lo mismo todo el tiempo. Sin embargo, las mujeres de la Biblia son personajes desarrolladas: hay muchos ejemplos de mujeres que hacen lo que quieren o necesitan sin la dirección de los hombres, y las mujeres pueden tener una relación con el Di-s — hay ejemplos de profetas como Sara y Miriam, que hablaban con Di-s sin la ayuda de sus esposos o hermanos. Sus méritos no vienen de sus similaridades con los hombres sino sus propios acciones y valores. Esta manera de pensar en el feminismo de la diferencia funciona bien cuando se piensa en la Biblia, y es muy posible que estos hechos informaban a la perspectiva de Feijoo también.

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