El discurso de Campoamor, una política feminista que nació en España en 1888, es una transcripción de su argumento ante la Asamblea Constituyente en 1931. Se adoptó la Constitución de 1931 después de la fundación de la Segunda República Española, y esta constitución dio el voto a las mujeres para la primera vez en todo el país.
Sus palabras constituyeron su argumento en contra de la opinión de Victoria Kent, otro miembro de la Asamblea, que votó contra el voto femenino. Era miembro del partido Socialista, y temió que las mujeres no actuar en una manera bastante independiente para votar, porque la influencia de la Iglesia había sido tan fuerte en España. Aunque la Segunda República era una sistema más secular, creyó que las mujeres no podían estar listas para hacer decisiones tan importantes cuando la influencia de la Iglesia todavía estaba poderosa, y podía tratar de hacer que las mujeres votaran para los políticos conservadores.
Aunque no refiere al argumento de Victoria Kent en sus palabras, Campoamor dedica muchos párrafos para establecer las razones que cree que las mujeres son capaces de votar. No habla sobre la religión o la influencia de la Iglesia, pero explica mucho sobre la inteligencia de las mujeres y sus altas tasas de alfabetización. Habla también sobre el hecho de que ambos los hombres y las mujeres luchaban para establecer la Segunda República, y nada es más importante que dar derechos iguales a los que contribuían igualmente a la causa.