El Naturalismo es un movimiento artístico que surgió en Francia a mitad del siglo XIX primero se hizo presente en las pinturas y luego se exparció hacía otras ramas artisticas.
En la pintura, al Naturalismo también se le llama Realismo.
El Naturalismo es specialmente importante para la literatura del siglo XIX, ya que presenta una visión objetiva de las personas con la intención de lograr comprender sus formas de vida.
En la literatura el Naturalismo es derivado del Realismo.
Emilia Pardo Bazán en “La cuestión palpitante” hace eco del estilo de Zola, aunque difiere de él al no creer en el “determinismo.” La Tribuna, es quizás, la primera novela naturalista española.
A mediados del sigo XIX, la “prensa obrera” se encarga de dar luz a los problemas de la época. Novelas naturalistas como La Tribuna, muestran la sociedad en su cotidianidad, con sus problemas y virtudes. La tarea de la novela Naturalista es entonces, informar y concientizar a quienes la leen. Pardo Bazán explica en su prólogo de La Tribuna su intención al escribir esta historia haciendo uso del estilo naturalista:
"Si bien La Tribuna es en el fondo un estudio de costumbres locales, el andar injeridos en su trama sucesos políticos tan recientes como la Revolución de Setiembre de 1868, me impulsó a situarla en lugares que pertenecen a aquella geografía moral de que habla el autor de las Escenas montañesas, y que todo novelista, chico o grande, tiene el indiscutible derecho de forjarse para su uso particular. Quien desee conocer el plano de Marineda, búsquelo en el atlas de mapas y planos privados, donde se colecciona, no sólo el de Orbajosa, Villabermeja y Coteruco, sino el de las ciudades de R***, de L*** y de X***, que abundan en las novelas románticas. Este privilegio concedido al novelista de crearse un mundo suyo propio, permite más libre inventiva y no se opone a que los elementos todos del microcosmos estén tomados, como es debido, de la realidad. Tal fue el procedimiento que empleé en La Tribuna, y lo considero suficiente -si el ingenio me ayudase- para alcanzar la verosimilitud artística, el vigor analítico que infunde vida a una obra" (Emilia Pardo Bazán, La Tribuna, Prólogo).
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