Contexto histórico de Ceuta

El período del colonialismo vio el desarrollo de Europa como una potencia mundial. Naciones como España e Inglaterra crearon colonias en el extranjero en un esfuerzo por expandir su influencia y fortalecer sus economías. Si bien este objetivo era de suma importancia para las naciones europeas, la seguridad de sus fronteras y de sus ciudadanos era igualmente vital. En España, esto era especialmente cierto; Las secuelas de la expulsión de los moros hicieron que la Corona española considerara la seguridad como su máxima prioridad. Específicamente, el incidente con los moros llevó a la Corona española a considerar el mantenimiento de la “pureza” cultural y étnica como el mejor de la seguridad. La Reconquista es prueba de ello, y el violento resultado de este período demuestra el compromiso de seguridad que tenía la Corona española (equivocada como era entonces).

Es con este contexto en mente que debemos mirar Ceuta. Si bien hoy es considerado un territorio de España, fue una vez una colonia de la España Imperial. Entre todas las colonias españolas, Ceuta fue considerada una de las más singulares. En el momento de su adquisición por España, Ceuta ya se había convertido en un puerto importante por su ocupación anterior por imperios pasados ​​(Portugal, Califato Umayyad, etc.). La proximidad de España a la colonia de Ceuta hizo que fuera un caso curioso comparado con sus otros activos coloniales, considerando que casi todos estaban en las Américas. Pero lo que hizo Ceuta la colonia más interesante de España fue su propósito tras la expulsión de los moros de España. Ceuta, situada directamente al otro lado del estrecho de Gibraltar desde España, actuó como la última línea de defensa contra los moros. Era la “joya de la corona” de la Reconquista española; La barrera que “protegería” a la España continental de toda intervención e influencia morisca.